domingo, 18 de julio de 2010

un texto que se escribió sobre ACERCAMIENTO INFINITO


puntuación múltiple sobre la pintura de lux lindner entre 1990 y 2010

Las obras exhibidas en la sala 5 del Centro Cultural Recoleta de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cubren un período de veinte años en la obra de Lux Lindner a través de varios ejemplos de su producción en el formato de pintura sobre tela.

El recorrido se inicia en 1990, cuando las principales influencias procedimentales de Lindner como emisor de imágenes fijas vienen de artistas de la Segunda Vanguardia del s. XX como Paolozzi, Dubuffet, Deira y Haring; en lo actitudinal pesa la figura omnipresente y todavía sin domesticar de Alberto Greco. Y al mismo tiempo, casi como contrapeso, está Warhol (a punto de ser corregido por De Loof ) como ejemplo de productividad mecánica y anti-romántica; en Lindner alguna temprana debilidad expresionista ha virado hacia la hostilidad declarada.

Su primera exposición Todo es Lindo (título tomado de un dibujo del libro Choripzus de Rómulo Macció) se inaugura en junio de 1990 en este mismo Centro Cultural de Recoleta e incluye las pinturas negras al loxon con línea blanca que podemos ver en el centro de la sala.

Se trata de una serie de cuadros originalmente encadenados entre sí formando un friso. La decisión actual del curador de separarlos es, sin embargo, aceptada por el artista. La textura superficial de algunos indica que la pintura negra está cancelando un layer expresionista preexistente. Familiarizado con la categorías proyectuales desde una sufrida posición como estudiante de Diseño Grafico en la UBA Lindner se siente naturalmente atraído por el lado más plano y “afichístico” de los “artistas Di Tella de los sesenta ”. El simulacro de friso que nos ocupa debe no poco a los paneles con grandes dibujos del Deira intermedio o el último De la Vega.

Por supuesto hay otras influencias, que en esa época donde la crítica de arte académica-institucional de Argentina debate si la televisión es nociva o puede albergar algún formato de arte o no, son más complicadas de transmitir públicamente que las anteriores. Lindner, lector voraz aunque asistemático y visitante más bien esporádico de las salas cinematográficas, es dedicado seguidor de los videoclips musicales, en Argentina una novedad a fines de los 80. Es raro que nunca haya pensado en realizar uno. En una obra como Exhibición de Atrocidades cuesta no reconocer la transformación tendenciosa de algunos personajes de un videojuego conocido como Pac-Man.

Hay una importante pausa en nuestro recorrido; la siguiente obra disponible es de 1999. Brújula de Mucamas Dentadas es un buen ejemplo de lectura brutalista del legado constructivo-arquitectural, obra con aspiraciones a la certeza sociológica (en palabras de Lindner “oferta de verdad”) donde se menciona un supuesto sistema de orientación internalizado por las clases subalternas argentinas en el contexto de las grandes privatizaciones. Referencias artísticas detectables, como Lissitzky o Depero y más esotéricas como la del cubano Carlos Cárdenas, parecen ser las deidades tutelares de este período. Es para destacar que en nueve años el incremento de contaminación literaria apenas enmascarada como interrogación política es explosivo (ésta ecuación admite permutaciones).

En el interín Lindner ha ensayado con varios soportes alternativos a la pintura de caballete, especialmente unas planchas metálicas que alcanzan cierta visibilidad institucional al exponerse en legitimadores epocales como el ICI y la Galería del Rojas. El influjo de este nuevo material hace que aún trabajando con pintura acrílica la paleta se concentre mayormente en “grises y barnices”.

De 1999 a 2004 Lindner vive en Suiza y de lo que ha vivido allí solo sabemos de momento lo que él está dispuesto a contarnos con utilería cuidadosamente elegida.

Pequeñas delicias de la vida conyugal es un título que el artista ha usado para más de un cuadro y la gran obra roja con línea en blanco del año 2004 aquí exhibida, una de las primeras pintadas a su regreso, parece aludir a una estadía problemática en Suiza Central tanto como los antropomorfos rígidos y aparatosos a las dificultades de construir una relación multi-culti. La traducción visual del aislamiento podríamos suponerla en las amplias zonas sin actividad lineal alguna arriba y a los costados de los principales personajes representados. El color rojo del fondo no tiene el tratamiento opaco y uniformizador que enmascara la pincelada tan común en otras obras.

Esferización de 2005 tiene connotaciones autobiográficas, el fallecimiento del padre del artista. Forma parte de breve serie de resonancias teosóficas llamada Restart dedicada a las relaciones entre el alma y el cuerpo. Al mismo tiempo algunos conocen esta obra como parte de una instalación llamada La Gran Quema de Tarjetas de Crédito compuesta de cuadros y breves estructuras tridimensionales que Lindner no se atreve a denominar “objetos” o “esculturas”.

Caliberación del Erecules Queristiano y Yamilas Hay Muchas son obras del 2006 perteneciente a un epos de largo aliento, el ciclo de narraciones del Niño Mierda, que la palabra del artista define como “un intento de de continuar a Berni por otros medios”. En el Niño Mierda hay algo de un Juanito Laguna poroso y corrompido por los medios masivos de comunicación, aunque sea otra la clase social donde se hace blanco; alejado de charcas suburbanas el ÑM se mantiene adherido como sea a una biblioteca real o imaginada, siempre urgente y políticamente ruinosa; diríase que estamos frente un retoño de Bildungsbürgertum sudamericana remixado por Menotti y Videla. También a esta serie pertenece Nacimiento de la TV Color por el Espíritu del Fútbol donde la tradicional y algo patológica enemistad de Lindner por el fútbol se hace más evidente. El uso de línea gris sobre fondo blanco se relaciona muy concretamente con el conocido hecho de que es el gobierno de la dictadura militar el que “trae” la TV Color para transmitir los partidos del Mundial 78.

A pesar de su gran tamaño Los Argonautas del Paraná de las Palmas tiene cierto efecto intimista por su despliegue generoso de azul profundo y unos pocos acentos luminosos que hacen pensar en un tenebrismo aerodinámico. Lo poco que sabemos parece indicar que no hay atrás de este cuadro un gran relato justificador con “oferta de verdad” sino más bien el precipitado de sensaciones disparadas por alguna apuesta interpersonal que se ha frustrado.

Interioridad de 2008 es una pintura-objeto que se ha mostrado de muchas maneras distintas: como un cuadro normal en una vidriera, como parte de instalaciones de otros artistas o colgando de un techo.

Nicho Fraterno de Autodefensa Clasista, obra de 2010 que reordena elementos de declaraciones anteriores, es otra mirada sobre la actividad de las clases subalternas, en este caso personal de limpieza de las grandes empresas que se divierten vengativamente catapultando grandes pompas de jabón antes de resignarse y lustrar los pisos para siempre.

Los Resentigramas de 2010 forman parte de una muy larga serie de statements privados que raramente ven la luz y tratan de condensar verdades positivas o negativas, loas y maldiciones destiladas por el artista hacia personajes existentes, muchos de ellos activos en el mundo del arte nacional e internacional. En piezas de tan reducido tamaño (apenas 18 x 24 cm) “oferta de verdad” y caprichosos volcanes de sentimiento están obligados compartir el mismo ascensor sin espejo.

Este texto tiene por objetivo brindar al espectador algunos elementos que le sirvan para configurar su propio marco interpretativo.

E. E. Iostraibitzer, 2010

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